OPERACIÓN DULCE

Los años setenta en el Reino Unido enmarcan esta historia con algo de espionaje (aunque de escasa envergadura), que se va entretejiendo con una historia de amor y, finalmente, resulta ser sobre todo un relato sobre lecturas y escritura. Y sobre la relación entre el poder político y la libertad del artista, en plena Guerra Fría. En Operación Dulce (Anagrama, 2013), Ian McEwan prepara el terreno de a poco antes de sumergirnos en la acción más interesante. La protagonista narra ⎼décadas después⎼ cómo en su juventud la aceptaron en un empleo en el servicio de inteligencia. Por indicación de sus superiores conoció al joven escritor Tom Haley, para tentarlo con un aporte económico que le permitiera dedicarse sólo a escribir. Y aunque la intención y el origen del beneficio no eran demasiado claros, él aceptó. Casi de inmediato surgiría el amor, ingrediente no previsto en el operativo. ¿Es posible compatibilizar el deseo sincero por alguien, con la obligación de observarlo? ¿Se puede ocultar indefinidamente la verdad a la persona amada? “Tú me mentías, yo te espiaba.” El equilibrio de la situación es precario, no puede durar. La vuelta de tuerca del capítulo final ⎼detallado informe sobre la génesis de una novela⎼ es clave para el desenlace.

 

Diana Raschelli de Ferraris

 

  • Operación dulce
  • Ian McEwan
  • Anagrama
  • Año 2013
  • 400 páginas
  • ISBN 978-84-339-7874-5