LA MARAVILLOSA MEDICINA DE JORGE

Jorge debe quedarse solo con la abuela y, a pesar de sus ocho años, es el encargado de darle la medicina a las once en punto. Pero la anciana es muy refunfuñona y nada de lo que hace Jorge le viene bien. Entonces el niño piensa que si tirara el remedio a la basura y él mismo fabricara uno nuevo, con otros ingredientes, tal vez la abuela podría curarse de ese malhumor constante que tiene.

Roald Dahl nos advierte, antes de empezar el libro, que no preparemos en casa la fórmula que inventó Jorge…

Como en casi todas las historias de Dahl, en La maravillosa medicina de Jorge (originalmente de 1964, editado este año por Alfaguara) encontramos algún anciano, un niño ingenioso y personas o animales que cambian de forma o tamaño.

 

Anahí Flores