10 PREGUNTAS A GABRIELA LARRALDE

 

Gabriela Larralde nació en Buenos Aires en 1985. Es Licenciada en Ciencias de la Comunicación (UBA) y cursó periodismo en TEA. Publicó: Bestiario de Niñas Malas (2018, Planeta Junior, LIJ); Lo que el agua promete (2016, Huesos de jibia, poesía); Soluciones Quirúrgicas (2015, Zona Borde, cuentos); Los Mundos Posibles (2014, Título, Blatt & Ríos, un estudio acerca de la Literatura LGBTTTI para niñxs) y Las cosas que pasaron (2013, Huesos de Jibia, poesía). Y en agosto de este año publicará Género y Diversidad en la escuela (2018, Paidos). Trabaja como guionista, investigadora, y periodista para diferentes medios, marcas y empresas.

 

¿Cómo fueron tus comienzos en la escritura narrativa y en la poesía?

El comienzo es cuando te animás a que tu escritura pueda ser algo ajeno, algo que otros comentan, que les gusta o no les gusta. Escribo desde que tengo recuerdo pero el día en que decidí ir a un taller literario algo cambió. Leer frente a otros, ese acto, hace que tu escritura ya no sea solo un archivo en la computadora. Creo que la escritura puede ser individual y privada, pero la literatura es social. Hice taller de narrativa con Pablo Ramos y por eso pensé que iba a publicar primero mi libro de cuentos, Soluciones Quirúrgicas, pero no fue así. Lo primero que publiqué fue La cosas que pasaron, un libro de poemas que escribí en tres meses sin acompañamiento. Después publiqué una investigación sobre literatura para la infancia y recién después el de cuentos. La escritura y la publicación son bichos distintos.

¿Te inspiró alguna persona o alguna situación en particular?

Siempre escribo sobre lo mismo: atmósferas poco claras.  No es una persona, un tema o un conflicto en particular lo que me interesa sino algo que se construye más como un clima. Viste cuando te vas de un lugar y sentiste que algo estaba raro. O ves a una persona en la calle y notás algo que está como fuera de lugar. Puede ser un detalle. Bueno, escribo para encontrar eso que pasó, para juntar las piezas de algo que sentí extraño, raro, ralo, áspero o demasiado edulcorado, pero no es ninguna de esas palabras, sino más bien algo que justamente no tiene una palabra, algo opaco que necesita ser descifrado. Busco entender.

¿Existe un horario propicio para ponerte a escribir o cualquier momento del día es ideal?

Me gusta la noche. Pero puedo escribir en cualquier momento del día, en cualquier lugar y casi de cualquier forma. No escribo enojada. Cuido la escritura como parte de mi identidad, sé que todo en mi vida puede cambiar menos la escritura. Me voy a morir con ganas de terminar un cuento o corregir un poema.

¿Cómo está ambientado tu lugar de trabajo o donde generalmente sueles escribir?

En casa escribo en mi escritorio. En realidad es una mesa que compré barata en Easy y di vuelta. Un engendro que me gusta mucho porque es de vidrio y tiene un transfer enorme blanco. El chiste es que si pongo luz abajo me sirve para dibujar. Tengo varias bibliotecas y un rincón, como un altar de regalos de amigas. A veces tengo un hijo pegado al espejo. Le gusta un rincón de ese ambiente y se pega al espejo porque cree que así no lo descubro. Como un camaleón. Jugamos a que no lo veo y a veces de verdad no lo veo porque estoy metida en lo mío y me distraigo. Me gusta la cara que pone cuando gana.

¿Cómo surgió la idea del “Bestiario secreto de niñas malas”?

Fue idea de Myriam, la ilustradora. Ella me dijo esas dos palabras “Niñas Malas” y ahí empezamos a compartir anécdotas de nuestras infancias o infancias de hijas de amigas y así. A la par pensamos el formato, la búsqueda, qué queríamos. Nos reímos mucho haciéndolo. Las repercusiones, fotos y videos de las lectoras, que nos llegaron por el libro fue lo más lindo que me pasó como escritora.

¿Qué estás leyendo actualmente?

La novela de Juan Carrá, No permitas que mi sangre se derrame y Herzog Del caminar sobre hielo.

¿Cuáles son tus autores preferidos y que recomendarías leer?

Preferidos no sé porque voy cambiando. Prefiero recomendar algunos por género, nacionales y contemporáneos, porque sino el universo en inmenso y me pierdo. En LIJ recomendaría a Yael Frankel y a Paula Bombara para juvenil; en comic a Power Paola, en policial a Juan Carrá u Horacio Convertini, en cuentos a Liliana Heker o Pía Bouzas, en novela me gustó mucho la última de Julián López La Ilusión de los mamíferos y también una novela que me encanta es Sangre en el ojo de Lina Meruane (acá hago trampa porque es chilena); en poesía María Julia Magistratti, sin dudas.

¿Algún libro al que volvés cada tanto o te haya marcado y que nos quieras contar?

En el último tiempo vuelvo a Las obras completas de Héctor Viel Temperley y, un poco por trabajo, al libro de las clases de Hebe Uhart, me parecen muy buenas sus observaciones sobre la escritura.

Si tuvieras que elegir un personaje de ficción de algún libro para sentarte a charlar un rato, a quien elegirías?

Hoy, a la China Iron. No sé si a charlar, iría a bailar con la China Iron, me parece que le gusta la joda.

¿Existe algún libro famoso que te hubiera gustado escribir?

La verdad que no porque a mí me gusta leer lo que escriben otros y escribir lo que escribo yo. Si escribir no fuera la búsqueda personal y necesaria que es hoy para mí, no lo haría.

¡¡Muchas gracias Gaby por tus respuestas y la buena onda de siempre!!