UN ABOGADO REBELDE

La más reciente novela de John Grisham, Un abogado rebelde (Penguin Random House, 2016), no tiene un título muy tentador (ciertamente lo supera el original, Rogue Lawyer) ni tampoco lo es la tapa elegida para esta versión. Pero el texto es otra cosa. La trama se despliega en cinco partes, que desarrollan sucesivos casos en los que actúa Sebastian Rudd, quien ejerce como “abogado de canallas, una subespecialidad de la profesión”. Tiene licencia de armas y siempre lleva pistola, ya que su actividad lo pone en riesgo permanente. Suele recibir amenazas de muerte. Su vida social es nula, salvo por “mi chófer, mi guardaespaldas, mi confidente, mi ayudante legal, mi caddie y mi único amigo”, que —¡oh casualidad!— se llama Partner. Pero el mayor atractivo de este thriller legal es la manera implacable en que el narrador desnuda las fallas del sistema, tanto jurídico como policial y político. La ineficiencia y la corrupción generalizadas sumergen en la exclusión a gran cantidad de ciudadanos, “verdaderas víctimas de nuestras guerras”. Los testigos se compran, las pruebas se fabrican. “Las prisiones están repletas. Las calles rebosan de droga.” Panorama desalentador en medio del cual el protagonista se mueve con soltura. Tampoco él destila pureza.

Diana Raschelli de Ferraris

  • Un abogado rebelde
  • John Grisham
  • Penguin Random House
  • Año 2016
  • 496 páginas
  • ISBN 9788401018084