LOS SORDOS

Los sordos, de Rodrigo Rey Rosa (Alfaguara, 2013) porque nadie escucha lo que dice el otro. O pocos. Los sordos, también, porque la historia comienza con la desaparición de un niño sordo. Varias páginas adelante, una nueva desaparición: la de la hija de un banquero. La historia transcurre en una Guatemala dividida entre los que no tienen nada y los que tienen casi la obligación de contratar guardaespaldas. La ética prácticamente no existe, de hecho uno va descubriendo a lo largo de la novela que éste, que parecía un buen tipo (le consigue trabajo al sobrino, le pasa una pensión a su hermana pobre), termina siendo un chanta. Mucha violencia a nivel social (secuestros, asesinatos) y a nivel privado (mentiras, relaciones extrañas y confusas). Si bien es una novela realista, uno desea, al leerla, que no lo sea. La literatura, en este caso, funciona también para acceder a realidades que, si se contara sólo con los noticieros o los diarios, no se conocerían. En una escena (pág. 111) el banquero está sobrepasado por la situación que vive y, poniendo distancia, se observa como si estuviera viendo una película. En ese momento piensa que algún día quisiera escribir sobre todo eso que está viviendo, y el lector, al pasar por esa línea, se da cuenta de que justamente el libro que tiene en las manos es la materialización de ese deseo.

Anahí Flores

  • Los sordos
  • Rodrigo Rey Rosa
  • Alfaguara
  • Año 2013
  • 240 páginas
  • ISBN  9788420403182

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