JUNTAS

Me vengo al sur con mi hija y un ejemplar de Juntas, de Romina Freschi (Alto Pogo, 2014). Del libro, antes de abrirlo, sé por Silvia Hopenhayn (que me lo recomendó ya en dos oportunidades) que retrata la relación madre-hija. Pero sólo al sentarme junto al arroyo Goye descubro que Juntas es un largo poema-carta-diario de viaje, un viaje a una playa que imagino en paralelo al nosotras aquí, también juntas, en las montañas.

El verano pasado me ocurrió algo semejante con la lectura que me llevé de viaje: Laguna, de Vanina Colagiovanni (Bajo la Luna, 2015), es una novela que transcurre en una comunidad apartada, en las sierras, y yo en aquel momento estaba en una comunidad peculiar en el sur de Bahia (Brasil), sintiéndome en varios aspectos como la de la protagonista de la novela. También en aquel caso había elegido el libro de forma poco convencional: me había cautivado la tapa y no tenía idea ni de la autora ni del argumento.

(Nota mental: establecer el hábito de elegir un libro sin haber ni leído la contratapa para cualquier viaje que haga en los próximos eneros. Dejarme llevar por el azar o la intuición).

Volviendo a Juntas.

A lo largo del poema aparece lo inmenso (el mar y la maternidad) y lo pequeño (libélulas, lobitos de mar, un aguaviva, una gata peluda, la hija tan chiquita). Y también lo inmenso y lo pequeño asociado (“…y que flotes (…)/ como una nueva clase de mar”). El mar externo, el de la playa, y el mar interno que existió en el útero.

Aparece la sensación de lo eterno en la continuidad de vidas de un linaje (“Me siento/ en la soledad del mar/ e invoco/ lo verde de mi madre/ y puedo quererla ahora/ preguntarme por la melancolía/ de perdernos/ el día que te vayas/ sin darte vuelta/ el día que yo me vaya/ y sin abrir los ojos/ te vuelva a ver como hoy así, aquí/ juntas /sobre las rocas”).

Así como madre e hija inventan palabras (aguavida), también resignifican y dan matices a otras, como la palabra “juntas”, que se despliega y nos muestra diferentes niveles:

1) El juntas que recuerda un momento de mayor unión que el presente: “Cuando dormimos juntas/ nuestros cuerpos cuchichean/ y se albergan cómodos/ como cuando éramos una”.

2) El juntas que sabe que contiene la posibilidad de la separación: “…y seguimos caminando/ de la mano/ para que el viento no nos separe/ con sus ráfagas”.

3) Y por último el juntas que empieza a dejar de serlo y que incluye distancia: “Colapsamos en el impacto/ una contra la otra/ como el mar y las rocas”.

Y más adelante: “Lo que tu voluntad te indica/ va dejando de coincidir/ conmigo”.

 

Anahí Flores

 

  • Juntas (la barrera de sonido)
  • Romina Freschi
  • Alto Pogo
  • Año 2014

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