10 PREGUNTAS A MAUMY GONZÁLEZ

Maumy es la autora del libro de cuentos «Todas las mañanas un muerto»  y de la plqueta «Música de fondo» ambos comentados aqui en el blog.

¿Cómo empezaste tu carrera como escritora y cuándo?

No sé si lo llamaría carrera. Para mi escribir es más un oficio, algo que aprendes día a día, a fuerza de práctica constante, y nunca se detiene. Armas la máquina, la pones a funcionar y debes ajustarla cada tanto. Aceitarla, para que no se trabe, darle mantenimiento, e incluso modificarla si hace falta. ¿Cuándo se disparó la inquietud por escribir? Creo que la tuve siempre. Desde muy chica me gusta leer, el desafío era escribir mejores historias que las que leía. Sin embargo, no fue hasta que me mudé a Buenos Aires que comencé a escribir, como suelo llamarlo ahora, enserio. Empecé con un grupo de amigos periodistas. Nos juntábamos una vez por semana a leer nuestros textos y comentarlos. Sin embargo, todos éramos novatos en narrativa, nuestra experiencia se limitaba a lo que habíamos leído. Tenía la impresión de que me faltaba algo más formal, una voz calificada que me dijera si estaba yendo, o no, por el camino correcto. Entonces, me enteré de que en la Fundación Avon dictaban un taller de cuentos, coordinado por Alejandra Laurencich. Me anoté con ganas de saber qué podía aprender de esa escritora que había ganado el premio Avon por el cuento “Felicidad”. Resultó ser una maestra maravillosa. De ese taller salió el cuento “Como un dragón”, a partir de un ejercicio que debíamos hacer con diálogos. Al finalizar el taller, que sólo duraba unos meses, Alejandra me invitó a participar de su otro taller, el que dictaba en un café por Palermo. Recuerdo que me emocioné mucho. Me dije: si me invita es que algo bueno debo estar haciendo con lo que escribo. De ahí en más fue un trabajo constante. Alejandra es una gran maestra. Si mal no recuerdo era el año 2007.

¿Te inspiró alguien en particular?

Como decía, creo que la escritura siempre estuvo ahí. Pero si me apuran, diría que me inspiró “El pozo y el péndulo”, de Edgar Allan Poe. Al terminar de leerlo, me dije que ese era el tipo de historias que quería escribir. Estaba tan fascinada que me leí cuanto libro de Poe pude conseguir.

¿A qué hora del día te surgen más ideas?

No hay un momento particular del día en el que surjan las ideas para escribir. Pueden aparecer en un viaje en colectivo, durante una caminata, al cruzar una calle, al escuchar a dos personas charlando en la verdulería. Tengo la suerte de compartir mi vida con un gran lector, solemos intercambiar ideas, así que si se me ocurre algo, charlamos. Es muy divertido crear historias en el aire mientras te tomas un mate o sales a dar una vuelta.

¿En qué lugar de tu casa te gusta escribir? ¿Cómo está ambientado tu lugar de trabajo? 

Mi espacio de trabajo es pequeño. Por lo regular se limita a mi escritorio, donde tengo una portátil, libros, lápices, pinceles y un gran etcétera. Soy bastante caótica en ese particular.

¿Cómo surgió la idea del cuento “Música de fondo” y de tu último libro “Todas las mañanas un muerto? ¿En qué te basaste para escribirlos?

“Música de fondo” surgió a partir de una idea muy diferente de lo que es hoy el cuento. Al principio la historia iba para otro lado. Sin embargo, después de escribir la primera versión me interesó mucho más desarrollar lo que pasaba en la cabeza de esa científica que no termina de estar a gusto consigo misma. En cuanto a Todas las mañanas un muerto, el desarrollo fue mucho más complejo. El libro es mi primer corpus de cuentos. Los escribí todos en Buenos Aires, bajo la tutoría de Alejandra Laurencich. Quería que fueran cuentos inquietantes, que mantuvieran al lector atento. Son ocho cuentos, cuyo origen tiene que ver con mi cultura, con el lenguaje y las formas del lugar donde me crié y, por qué no, también con mi forma de mirar el mundo.

¿Cuáles son tus autores preferidos?

Los autores que me gustan van mutando a medida que incorporo nuevas lecturas. Es muy difícil leerlo todo, no hay tiempo para tanto. Pero mirando para atrás reconozco autores que han marcado mi gusto por la narrativa. Algunos de los que más me gustan, bien sea por el género y/o la forma en la que escriben, o escribieron, además de Edgar Allan Poe, a quien ya mencioné, agregaría a Kjell Askildsen, Agota Kristoff, Irène Némirovsky, Horacio Quiroga, Gabriel García Márquez, Rómulo Gallegos, Charles Bukowski, Raymond Carver, John Cheever y muchos otros que no voy a listar porque no terminaría más.

¿Qué autores recomendarías leer?

De los consagrados, además de los que ya mencioné en la respuesta anterior y porque tengo la impresión de que pocos los conocen, agregaría los cuentos de la escritora catalana Mercè Rodoreda y del argentino Daniel Moyano.

Del género Ciencia Ficción, siempre recomiendo a la estadounidense Úrsula Le Guin, que ha creado una cosmogonía súper interesante.

Del género fantástico, a la argentina Liliana Bodoc, su Saga de los Confines es deliciosa e imperdible para quienes disfrutamos ese tipo de literatura.

De los más actuales, no puedo dejar de recomendar argentinos, a los que descubrí durante el tiempo que he vivido acá, como mi querida Alejandra Laurencich, quien más allá de ser mi maestra, escribe unos cuentos impecables; también a Fernanda García Lao, que tiene una prosa sorprendente; a Fernanda García Curten con su prosa delicada y casi onírica; y no quiero olvidarme de Hernán Ronsino, de Luis Mey y Carlos Gardini. Hay otros, muchos otros, por su puesto, pero estos son los que me vienen ahora a la cabeza.

¿Qué libro famoso te hubiera gustado escribir?

La verdad ninguno. He disfrutado muchos libros, los sigo disfrutando, pero creo que cada uno fue escrito en su momento por quien debía hacerlo. Sí me gustaría escribir un libro que sea muy original y reconocido a lo largo del tiempo; esperaría poder hacerlo pero eso es algo que no me perturba. Prefiero dejar que las ideas fluyan y seguir escribiendo desde la humildad de mi escritorio híper caótico.

Muchas gracias Maumy por tus respuestas!!