10 PREGUNTAS A LUCAS CERVETTI

Lucas Cervetti es pianista, compositor, escritor y conferenciante. Nacido en Buenos Aires, a los veinte años tuvo una experiencia cercana a la muerte que lo cambió para siempre. En ese instante comprendió parte de la esencia del ser humano y cómo creamos nuestra realidad desde nuestras emociones, conscientes e inconscientes. Estudió composición musical y piano; pero por encima de todo se dedicó a sentir, a redescubrirse y a seguir comprendiendo nuestra naturaleza. Sus álbumes musicales son utilizados en numerosos lugares del mundo como instrumento para la sanación, la creación, la introspección y la concentración en actividades como el yoga y la meditación. Actualmente imparte charlas, talleres y conciertos abordando en profundidad los misterios del Ser. Más información en www.lucascervetti.com y @lucas.cervetti.

Le hicimos algunas preguntas a Lucas, acá están sus respuestas así lo conocen un poco más. Les recomiendo buscarlo en Spotify y mientras leen la nota, escuchar su música. Es celestial y llega a lo más hondo del alma.

 

¿Cómo fueron tus comienzos en la música y en escritura?

Con la música, simplemente nací en ella. No recuerdo un inicio en particular porque desde bebito toda música que sonaba en mi casa me marcaba. A los tres años tomaba los cd´s que había en la casa de mis padres y los ponía. Nunca juzgué la música por mala o buena, todo sonido me atraía. Pero claro, mis padres no eran músicos entonces en casa no había instrumentos. Fue a mis seis años que mi hermano pidió una guitarra y yo una batería. Ahí arranqué el camino instrumentista. Comencé las clases de batería a esa edad, dos años más tarde algunas clases de guitarra. Luego piano, el conservatorio de música, formar bandas, grabar, home studios, etc. No paré más, nunca dejé de estudiar y de escuchar nuevas músicas.

Creo que primero soy oyente de música y después músico. Nunca dejo de investigar nuevos paisajes y climas sonoros como oyente.

Con la escritura…Podría decir que el escritor de mi familia es mi hermano. Él es el que lee todo el tiempo y en todos los géneros. Yo a diferencia de él, no me formé como escritor, sino que a partir de una experiencia cercana a la muerte comprendí una visión particular de ver la realidad y la expresé hablando y luego escribiendo. La escritura no fue algo planeado, sino algo trascendente para poder compartir lo que hago, sobre todo porque la gente me lo pedía.

Creo que, con la literatura y escritura, naturalmente estoy muy inspirado en mi hermano. De convivir con él aprendí al respecto. Es inevitable el contagio. Así somos los hermanos. Pero por respeto a los ídolos y a los formados en letras, no me considero escritor; sino un músico y sentidor que escribe, alguien que intenta hacerlo de la forma más clara y armoniosa posible.

Me gustaría que me cuentes acerca del proyecto “Expandir la conciencia” y de los conciertos y talleres que dan en relación al autoconocimiento.

Si, en verdad el proyecto lo llamamos “Expandir la Esencia”. Fue una especia de productora que formamos con mi compañera-pareja, Gilda Tomasini, para enmarcar las ediciones de la música que hago, el primer libro que escribí y sus obras artísticas. No es que queríamos tener una productora-editorial, sino que estábamos seguros que queríamos cuidar la energía de lo que hacíamos, que fuera puro y sincero. Que toda edición esté muy cuidada en todos los aspectos y que el amor sea lo primordial. Las ofertas que había tenido con grandes editoriales multinacionales no me brindaban ese calorcito.

Ahora, al fundirme en la editorial KOAN, naturalmente Expandir la esencia se empieza a apagar, y  me parece bien porque mi deseo es componer música y escribir libros, no manejar una editorial. Siento, de la misma forma, que mis editoras me cuidan y puedo apoyarme en ellas sabiendo cuáles son sus valores a la hora de comerciar un libro. Siento que esta editorial me representa al 100%, sino seguiría en la independencia y autogestión.

Con respecto a los conciertos, conferencias y talleres. Ahora en unido todo: un concierto con conferencia y diálogo con la gente. Lo que busco es generar una experiencia profunda en donde las personas puedan sensibilizarse para ir a la confluencia con su Alma a transformar sus conciencias. Son experiencias que ponen a prueba todas nuestras creencias, proponiéndonos ir más allá de ellas para sentir, amar y ser quien verdaderamente somos. Me resulta difícil describir con palabras lo que hago porque si bien es arte, no es entretenimiento. Es arte dedicado a la autoconocimiento, a la sanación, al desarrollo personal. Es constructivo y conciliador.

Todos los que asisten realmente se van distintos a como entraron. Ese es el principio y fin de lo que hago, que la gente cambie.

¿Cómo está ambientado tu lugar de trabajo?

Los fines de semana suelo estar en distintas ciudades realizando las experiencias de concierto y diálogo. Realmente nos tomamos la responsabilidad de cuidar los espacios en donde las realizamos. Queremos que la gente esté cómoda como para poder entregarse a abrir su corazón y su ser.

En la semana suelo crear desde mi casa. Tengo un estudio con mi piano, teclados, guitarras, ukuleles, la computadora con los monitores de audio, un sillón, dos sillas y tres cuadros básicamente jajaja. Las paredes pintadas de blanco, el piso de madera. Velas para tener el elemento fuego, incienso o copal para armonizar el ambiente. En fin…Intento que el lugar esté siempre vibrando bien alto para que todo lo que salga de acá vibre igual.

Es aquí donde escribo, donde compongo, donde grabo la gran parte de la música que hago, y sobre todo donde contesto redes sociales y mails. Siempre lo tengo ordenado y en amor.

¿Existe un horario propicio para ponerte a componer y escribir o cualquier momento del día es ideal?
Antiguamente solía estar despierto de noche, y componer de noche. Me sentía muy bien la tranquilidad y el silencio que propone el hecho de que todos los humanos duerman. Con el paso de los años me va pesando perderme la calidez del día y fui migrando hacia la mañana y la tarde.

Realmente me sienta bien cualquier momento del día para inspirarme. Cuando uno empieza a reconocer que la inspiración viene de la introspección, de adentrarnos en la presencia del presente y de la comunicación con nuestro Ser, ya dejamos de sufrir la falta de inspiración. Quiero decir, el arte de la creación ya deja de ser algo azaroso porque uno comprende que  para crear primero hay que estar en estado de meditación.
La meditación no es estar en posición de loto, eso tiene que ver con la cultura de la India. Si te sienta bien, magnífico. Pero yo nací en Argentina y el estado de meditación aprendí a controlarlo andando en bicicleta, tocando el piano, caminando, cocinando, etc. A partir de allí empecé a practicar estar en ese estado de presencia, con mi  mente enfocada en una sola cosa a la vez, todo el día. Así logro exprimir lo mejor de mí, con toda mi concentración en una sola cosa a la vez.

¿Cómo surgió la idea del libro “La luz de la conciencia”?

Nunca me había propuesto ser escritor, simplemente fue una consecuencia del camino. El día que cumplí veinte años, en medio de una fiesta, tuve un infarto. Lejos de haber vivido el clásico relato del túnel luminoso, etc, etc. Lo que viví fue comprender quien soy realmente. Al morir la personalidad fui Alma en conciencia. En ese instante pude absorber memorias colectivas del inconsciente del humano y de mi historia álmica. Comprendí cómo funcionan las reglas de este juego al que llamamos vida y como es que la realidad se crea a partir de nuestras emociones, a partir de lo que somos.
Al paso de los años sucedía que a cada lugar que iba terminaba filosofando con las personas y contando mi experiencia de como comprendo el paradigma de la vida. Así me empezaron a pedir que organice charlas y talleres. Me parecía raro porque yo me había formado como músico, no como conferencista. Pero las mismas personas me empezaron a organizar reuniones para que hable. Primero en Buenos Aires, luego Córdoba, Santa Fé, Rosario, y así se empezó a crearse un boca en boca grande. Siempre contextualizado también por la música que hago y por el hecho de que se puede hablar de espiritualidad sin religión.

Recibía muchos mensajes y mails diarios con preguntas. Llegó un momento en que, por la cantidad, ya no podía responder más y me dije: Voy a escribir un especie de libro en el cual cada capítulo sea una temática diferente, lo voy a subir libremente en mi página de internet para que cuando me escriban con preguntas, poder responder con el libro ya escrito. Ese libro se llamó “Amor, la luz de la conciencia” y se descargó más de cien mil veces desde mi página de Internet. Luego de tres años de estar girando de boca en boca y de oído en oído, nos conocimos con KOAN. Fue amor a primera vista. Ellas, las editoras y creadoras de la editorial, me propusieron reditarlo. Lo corregimos, lo ampliamos, lo mejoramos en todos sentidos y ahora está en todas las librerías con el nombre “La luz de la conciencia”. Tiene nuevas ilustraciones, también por Gilda Tomasini.

 

¿Qué tipo de música te gusta y que músicos escuchas?

Realmente a lo largo de mi vida escuché de lo más variado. Estoy totalmente atravesado por la cultura y música popular, aunque también por la académica.
Como dije hace un rato. Me gusta casi toda la música, en casi toda encuentro algo.
Crecí con Fito Paez, The Beatles, Armando Manzanero, Laura Pausini, Luis Miguel, Charly García, o Spinetta; por mencionar solo algunos. Con el paso de los años es normal encontrar músicos y artistas fabulosos pero no tan conocidos. En mis estudios musicales navegué por Bach, Beethoven, Mozart, Chopin. En estos últimos años suelo escuchar solo música instrumental, la que comúnmente se llama clásica contemporánea. Parece algo raro, pero es la música que suena en las películas. Los compositores actuales de la música clásica están allí. Escucho mucho Estas Tonne, Max Richter, Ludovico Einaudi, Dustin O´halloran. También canta-autores jóvenes como Loli Molina o música mántrica como Mirabai Ceiba, Snatam Kaur.

En general me gusta la música con climas y contextos profundos. Por eso, es que esta música clásica contemporánea se usa en cine, porque tiene mucha variedad de paisajes. Trato de encontrar artistas que sientan la música como una conexión con el universo, Santaolalla tiene esa búsqueda por ejemplo.

¿Te gusta leer? ¿Recomendarías a algún autor?

Creo que la lectura es un gusto adquirido en mi vida. De niño, a diferencia de mi hermano, a mí no me gustaba leer. Descubrir el viaje poderoso que hay en leer fue mágico. Así y todo, prefiero seguir leyendo sobre filosofía o a escritores que tengan una cosmovisión profunda e interesante.
Creo que la recomendación es un poco subjetiva siempre. Prefiero que eso lo hagan los libreros que han leído mucho y en diferentes rubros y secciones. Ellos suelen tener la empatía para intuir que recomendar a cada quien.
Recién terminé de leer “Ciencia Oculta” de Rudolf Steiner, me pareció una obra brillante. Vuelvo a lo mismo: ¿Lo recomiendo? Sí, pero no a cualquiera jajaja. No es un libro entretenido o fácil de leer. Para poder leerlo tenés que tener muchas ganas de saber sobre la filosofía de Steiner, sino al segundo capítulo salís espantado.

 

Si tuvieras que elegir un personaje de ficción o algún músico con quien poder sentarte a charlar un rato, a quien elegirías?

Serían muchos la verdad. Pero si tengo que nombrar uno, creo que sería Vivaldi, realmente siento mucha curiosidad por saber cómo sentía. Fue un personaje impresionante de la historia de nuestra cultura. Tal vez la gente no lo sabe, pero él cambió la música para siempre. Lo que ha hecho fue impresionante. Intuyo que debe haber sido una persona muy conectada con su ser, sino no hay manera de componer como él lo hacía. Al mismo tiempo era sacerdote del catolicismo. Siento curiosidad por saber cómo llevaba eso adelante. Quiero decir: Beethoven estaba tan conectado con el cosmos que públicamente él estaba peleado con la iglesia y con la idea de un Dios juzgador y controlador; pero Vivaldi estaba dentro de la Iglesia. Una iglesia, la cual no hace falta mencionar lo triste y opresora que era en esa época. Me encantaría saber cómo convivían esos dos sentires dentro de él. Como lo llevaba adelante.

¿Existe alguna canción o melodía conocida y/o famosa que te hubiera gustado componer?

No, jamás pensé en eso. La música es música. Los compositores no creamos, sino que co-creamos y la diferencia es sustancial. Nosotros, tomamos lo que ya existe en el universo y lo reordenamos. Cuando yo compongo, simplemente escucho una música dentro de mí universo y la plasmo en el piano. Pero… ¿De dónde viene esa música? ¿Del universo o de mi universo? La respuesta es: De los dos. Porque mi universo es parte del universo mismo. Quiero decir: Una gota del océano contiene la misma información que todo el océano. Lo mismo sucede con el cosmos y mi cosmos. La música que escribo ya existía desde siempre antes de llegar a mí. Yo sostengo que los compositores somos comunicadores de un mensaje que ya existe en el universo. Nosotros, los músicos, hemos desarrollado la capacidad de conectar con esa esencia musical para poder compartirla con los demás humanos. La música ya existe desde siempre. Cuanta más conciencia, entrega y humildad tengamos los compositores; más y mejor música profunda podremos bajar.

Entonces, no siento la necesidad de haber sido yo el que bajó-compuso cierta canción. Si ya la bajó otro compositor, maravilloso. Porque a fin de cuentas lo importante no es quien las baja, sino que bajen.

¿Qué le dirías a la gente que no te conoce para que se acerque a tu libro y a tu música?

Nunca me fue bien con el marketing y la publicidad. Siempre dejé que lo que hago se expanda por el peso de la obra en sí misma. Es de boca en boca, y de oído en oído que lo que hago viaja de corazón en corazón. Aunque, si me esfuerzo un poco por entrar en ellos diría que los invito a realizar un viaje introspectivo de auto conocimiento y desarrollo personal para descubrir una nueva forma de sentir y de pensar. Que si están cansados de vivir la misma vida de siempre: Rutinaria y sistemática, que se atrevan a leer el libro. Allí, cuento como es que creamos nuestra realidad a través de nuestras emociones. Que no hay mayor libertad que la de comprender que somos los creadores de nuestra vida. Que esta vida la creamos en gran parte desde nuestro inconciente, y que en el libro te invito a comenzar a recorrerlo, para hacerlo conciente. Porque eso, no es ni más ni menos que evolucionar.
En el libro, cada capítulo es una temática distinta en la que recorremos el camino para ser humano, aprendiendo cómo es que funcionan las reglas de este juego al que llamamos vida. Porque todo tiene un funcionamiento. Así como existe la ley de la gravedad, y al conocerla sabés lo que sucede si saltás desde un edificio al vacío, de la misma forma existen infinitas leyes que nos atraviesan y que enmarcan nuestra realidad. Por eso cuando nos preguntamos: ¿Qué hice para merecer esto? La respuesta es una y bien clara: TODO.

Solo podés cambiar tu realidad transformando tu forma de pensar y de sentir.

Sobre la música no te puedo decir nada. Simplemente te invito a acostarte en un sillón, en el piso, en la cama o donde sientas. Ponete auriculares, buscá Lucas Cervetti en Spotify, Youtube, AppleMusic, Google, o donde sea que busques música. Poné play en la primera canción que aparezca. Cerrá los ojos por cinco minutos, dejá de pensar, entregate a la experiencia del sonido y viajá. Si algo cambia en vos, habrás descubierto una nueva forma de conocerte; y sino, simplemente habrás pérdido 5 minutos.

 

Muchas gracias Lucas por tus respuestas!!