10 PREGUNTAS A ELIANA MADERA

Eliana Madera nació en Carlos Casares en septiembre de 1985. Estudia Artes en la Universidad de Buenos Aires, es publicista y redactora publicitaria. Participó en diversas antologías de narrativa argentina  con cuentos como “Los Desconocidos” (Centro Cultural R. Rojas),  “Poné Cumbia, Luisa” (Nuevos Narradores, Clásica y Moderna) y con una serie de cuentos de Poker para la revista Pokerface. Obtuvo menciones en concursos literarios en el Centro Cultural Rojas, en el Centro Cultural Borges, en la Escuela Superior de Creativos Publicitarios, en el Festival Iberoamericano de Publicidad y quedó como finalista en el Premio Itaú Digital con el cuento “Cuestión de Fe“.  17 Kilómetros es su primera novela.

 

¿Cómo fueron tus comienzos en la escritura narrativa?

Diría que fue un comienzo casual, de esas casualidades cortazianas que se buscan. Al terminar la secundaria estaba convencida de que si no tenía una novela de 800 páginas descubierta por un editor-salvador era tiempo de dedicarme a otra cosa. Así que me anoté  e hice redactora publicitaria. Fue durante la carrera, en la materia de escritura, que una profe me llamó a hablar después de clases para preguntarme si escribía, me dijo que la escritura era un oficio, que se necesitaba constancia, que había cosas que aprender.

Algunos años después, estudiando artes en la UBA, entendí que la idea de artista como genio, con la que había crecido, era un resabio decimonónico que todavía cargábamos. Empecé a trabajar, como artesana, en un intento de primera novela.

Al fin, en el taller de Liliana Bodoc, comencé a transitar un nuevo camino, el de la escritura como una necesidad vital y colectiva, como un oficio que excede la técnica, los recursos y que tiene su origen en la necesidad de elaborar, transformar y preservar la memoria colectiva. Hoy encuentro en la escritura una forma de resistencia, un intersticio, una grieta en una cultura tecnificada, mediática, de gratificación instantánea. Es un modo de preservar, al menos cuando nos encontramos solos con un libro, un espacio de libertad, con una lógica otra, diferente del mercado.

¿Te inspiró alguna persona o alguna situación en particular?

Sinceramente no lo recuerdo, siempre me gustaron las historias, los buenos contadores de historias que convierten una anécdota en un modo de encuentro con los demás. Mi abuelo, que no tuvo la posibilidad de terminar la escuela, era un gran narrador. A la noche, después de cenar, siempre tenía una historia para nosotras y ese momento especial, fantástico, es lo que hoy entiendo cómo el poder de la palabra para transformar la realidad. La narración como una posibilidad de transformar el mundo, en última instancia como un refugio.

¿Existe un horario propicio para ponerte a escribir o cualquier momento del día es ideal?

En general cualquier horario es ideal para distraerme, así que escribo a la noche cuando mis amigos y mi familia duermen.

¿Cómo está ambientado tu lugar de trabajo o donde generalmente sueles escribir?

Casi siempre escribo en casa, con el wi-fi desconectado. Todo me conduce a Google y ahí puedo perder horas sin siquiera darme cuenta.

¿Cómo surgió la idea original de la novela “17 km”?

La idea surgió bastante tiempo después que la escritura. Al principio, y durante algunos años, me dediqué a recopilar anécdotas, recuerdos, historias, memorias de la gente de mi zona, de los pueblos, ahora fantasmas, que había conocido desde pequeña. Escribí un montón, sin ningún sentido excepto el de preservar esos recuerdos. Después vino la idea de armar una novela, surgieron personajes que encarnaron esos relatos y tuve que encontrar una excusa para ponerlos en acción.

¿Qué estás leyendo actualmente?

Ahora estoy leyendo “La Catedral de los Negros” de Marcial Gala. Me encanta. Como siempre leo varios libros juntos, también estoy leyendo “Tengo Miedo, Torero” de Pedro Lemebel. Me gusta leer de a dos o de a tres libros, se establecen conexiones extrañas entre los universos y a veces pienso que las combinaciones de lectura que surgen no son casuales.

¿Cuáles son tus autores preferidos y que recomendarías leer?

Una amiga me dice que cualquier libro que mencionen es mi libro favorito, y es un poco cierto. Como todo el mundo, supongo, mis favoritos cambian pero entre los autores que más me gustan están Rulfo, Lemebel, García Márquez, Lispector, Puig. Puedo sumar, pero estos casi nunca salen de la lista.

¿Algún libro al que volvés cada tanto o te haya marcado y que nos quieras contar?

“Los días de la Sombra” de Liliana Bodoc es un libro que siempre tengo a mano. Es de una belleza que me emociona. También releo mucho a Marosa di Giorgio, “Los Papeles Salvajes” y  “La hora de la estrella” de Clarice Lispector.

Si tuvieras que elegir un personaje de ficción de algún libro para sentarte a charlar un rato, ¿a quién elegirías?

Probablemente a Cosimo Piovasco di Rondò, el protagonista de “El barón rampante”. No sé cómo me iría trepando a los árboles, pero dicen que el cuerpo tiene memoria así que me animaría a un encuentro en los bosques de Liguria.

¿Existe algún libro famoso que te hubiera gustado escribir?

Entre los libros que siento que son imposibles de escribir, al menos para mí, están “Los Miserables”, “Crimen y Castigo” y “Guerra y Paz”. Son literatura, tratados filosóficos, compendios de conocimiento. Son alucinantes y de otra galaxia.

Más cercano, pero de ningún modo en un escalón menor, me hubiera encantado escribir “El corazón es un cazador solitario” de Carson McCullers. Maneja una sensibilidad y una posibilidad del lenguaje que permite, por ejemplo, escuchar la música que imagina el personaje principal. Es un libro sinestésico, que atraviesa los umbrales de la palabra.

 

 

El sábado 6/10 a las 19:30 hs se presenta la novela de Eliana Madera en la Caburé. Presentan Pamela Terlizzi Prina y Natalí Tentori – Invitan: Caburé libros y Metalúcida Editora

¡Están invitados! 

 

¡Muchas gracias Eli por tus respuestas!